Tu valía nunca esta en juego, aunque vivas en una ilusión donde te cuentas que hay cosas que te quitan o te añaden valor.
Cuando alguien te critica, etiqueta, juzga, reprocha… podemos traducir estas palabras a algo como ‘tú tienes menos valor porque…’.
Cuando te equivocas, puede que lo que tú te digas se pueda traducir a algo como ‘tengo menos valor porque…’.
Cuando escuchas estas palabras, vengan de dentro o de fuera, ocurre que:
- Tienes una vivencia de falta de valía.
- Confundes tu vivencia con la realidad.
Vamos a ver el primer punto…
Pensamos que son los demás con sus acciones los que nos llevan a sentirnos pequeñas, inadecuadas o sin valor, pero esta no es la verdad.
Entre lo que el otro hace y como yo me siento hay un espacio que depende de mí.
Te pongo un ejemplo… si alguien que está mal de la cabeza me dice que soy una bruja malvada, seguramente no tenga una vivencia de falta de valía, porque, aunque esa persona me descalifica, yo estoy en total desacuerdo con sus palabras y además, considero que ese comentario es fruto de su locura y no tiene nada que ver conmigo.
Esto es un ejemplo de como una descalificación puede no tener ningún efecto sobre mí.
Si un amigo querido me dice que soy una persona egoista, yo puedo sentirme con muy poco valor, porque seguramente estaré dando credibilidad a eso que me dice.
En el momento en que yo estoy de acuerdo con algo que me invalida, me voy directa a la vivencia de falta de valía.
Lo que determina que yo tenga esta vivencia o no, es que yo acepte eso que me invalida. Bien sea algo que venga de dentro o de fuera. Es como si yo dijera: ‘vale, estoy de acuerdo’.
Esto nos lleva a ver que hay otra opción… ¿qué ocurre si yo me coloco en ‘no estoy de acuerdo’? Puedo contarme a mí misma que esa es tu percepción, que vendrá de alguna necesidad que tengas y que además la expresas en forma de invalidación hacia mí. Que te equivocas en convertir algo que a ti te pasa en una agresión hacia mí. Sí, hay un error por tu parte (lo que tampoco te quita valor a ti).
Mientras yo no acepto la invalidación, no la doy por buena, no la compro… esa invalidación no tiene ningún poder sobre mí. El otro no puede hacerme NADA en este sentido si yo no se lo permito.
En el segundo punto lo que te vengo a decir es que el hecho de tener una vivencia de falta de valía no implica que eso esté ajustado a la realidad. De hecho nunca lo está. Ahora el error sería tuyo, un error de percepción, pues te percibes como alguien con poco valor, cuando esto nunca es cierto.
Podemos dudar de nuestras percepciones, nuestras vivencias, emociones y pensamientos. Somos falibles y a menudo nos equivocamos. Tenemos vivencias que no se ajustan a la realidad.
Si tengo una vivencia de no ser válida y la doy por correcta, viviré en esa realidad. Si la doy por errónea, puedo rectificar y volver a percibirme como una persona perfectamente válida.
Este tema lo trabajamos mucho en las sesiones de terapia individual, pues si un conocimiento sobre cómo funciona nuestra vivencia de falta de valía, estamos a merced de lo que los demás opinen de nosotras.
Espero que lo expuesto te resulte interesante y si tienes alguna duda o comentario estaré encantada de leerte.