Muchas mujeres cambiamos nuestra actitud por los demás. Lo hacemos para evitar conflictos, para que no nos rechacen, para gustar… nos adaptamos a los demás, dejamos de ser nosotras mismas y creemos que así nos protegemos del dolor, sin darnos cuenta de que también nos alejamos de la VIDA.
Una de las desventajas de hacer esto es que EVITAMOS LA REALIDAD.
Vivimos un autoengaño, pues si yo no me muestro tal y como soy, si no me arriesgo a ver qué hay en realidad con los demás, con quien me llevo bien o con quien no, a quien le gusto y a quien le disgusto… no estoy viviendo de verdad, mis relaciones no son auténticas y además me coloco en una posición de inferioridad.
Estaré viviendo a medias, con miedo a no ser suficiente e intentando amortiguar la realidad para que duela menos.
Además no podré cambiar las creencias sobre mí misma, pues en mi afán por protegerme, nunca llegaré a contrastarlas con la realidad.
Si yo tengo la creencia de que tengo que ser diferente para que me quieran, y hago eso en mi día a día, intento dar una imagen de alguien que realmente no soy, o tapar alguno de los aspectos de mi personalidad por considerarlos inadecuados… nunca voy a encontrar a nadie que me quiera por lo que de verdad soy, sencillamente porque no dejo ver como soy, y por tanto, mi creencia se confirmará continuamente.
Este es el precio que pagamos por no atrevernos a vivir, por no atrevernos a mostrarnos como somos.
No me arriesgo a ser rechazada, pero tampoco puedo ser querida entonces. Me protejo así del dolor pero también del amor, de la vida.
Otro ejemplo… a veces intentamos apaciguar, calmar, generar buen rollo… y lo hacemos para EVITAR CONFLICTOS.
Por ejemplo, nos puede dar miedo que nuestra pareja se enfade y para evitarlo, vamos con cuidado para no avivar su ira, no decimos lo que pensamos realmente, o intentamos suavizar nuestra actitud, nuestra voz, nuestros gestos… todo para evitar que el otro se enfade, pues no queremos conflictos, queremos estar bien, tranquilas.
Pero en realidad lo que estamos haciendo es TAPAR ALGO QUE YA HAY. Tapar conflictos que ya existen en nuestra relación y no estamos dejando que salgan a la luz. Con nuestra actitud lo que hacemos es maquillar la realidad, VIVIR EN UNA MENTIRA.
Hasta que estos conflictos no se destapan, no podemos tratarlos y solucionarlos. Pero nos da miedo que se pueda romper esa relación, y vivimos intentando cambiar lo que hay, pero no enfrentándonos a ello, sino fingiendo que no está. Y así no funciona.
Es mejor destapar lo que hay de verdad y desde ahí decidir qué es lo que queremos o podemos hacer. A lo mejor al destapar nos damos cuenta de que necesitamos ayuda profesional, o que la cosa ya no funciona, o quizá la relación se fortalezca después de poner las cartas sobre la mesa y que por fin cada uno se atreva a decir lo que de verdad siente y piensa.
Yo te invito a que pongas más verdad en tu vida. A que seas más honesta contigo y con los demás. A que no tapes, no finjas que no ves, no hagas como que algo que está ahí es invisible para ti.
Y te invito porque creo que una vida donde nos atrevemos a ser nosotras mismas, a hacer lo que nos nace, a sentirnos como nos sentimos, a ser capaces de mirar lo que la vida nos pone delante, a la larga nos trae mucha mayor paz y bienestar.
Que no contemples otra opción que la de SER TÚ MISMA.
Hoy te invito a mi grupo de Telegram, donde voy a ir compartiendo contenido de valor, y donde quiero que empecemos a crear una auténtica tribu de mujeres conscientes, que nos apoyemos y acompañemos en nuestro día a día.
¿Tú quieres aprender a vivir mejor? Pincha aquí: