¿Expresas normalmente tus opiniones?
Si creo que lo que pienso es interesante, que aporto con ello a los demás, que tengo algo valioso que decir, seguramente expresaré mis opiniones con regularidad.
En cambio, si suelo ser de las que se quedan calladas en una conversación, si no suelo compartir mi opinión, puede que me ocurra que no valoro aquello que tengo para compartir, mis ideas, mis opiniones.
¿Te atreves a dar cariño a los demás?
Uno de los motivos por los que no lo hacemos puede ser porque no sintamos como algo valioso eso (nuestro cariño) que ofrecemos. No pensamos que va a ser importante para la otra persona nuestro abrazo, nuestras palabras de ánimo, nuestra llamada telefónica… no valoramos nuestra ayuda, nuestro cariño, nuestros gestos de apoyo.
Puede que me cuente que no lo hago porque no tengo tanta confianza, porque no le importo tanto a esa persona, porque seguro que ya la ha felicitado mucha gente, porque a lo mejor ahora la llamo y la molesto…
En el fondo no creo que lo que yo tengo para dar vaya a servirle al otro, a ayudarlo, a hacerlo sentir mejor. En el fondo ocurre que no nos valoramos.
¿Invitas a la gente a tu casa?
Este ejemplo me encanta. A algunas personas nos pasa que nos sentimos incómodas al invitar gente a casa. En el fondo lo que nos pasa es que no sentimos que podamos ofrecer algo valioso al que viene, (¿Estará la casa a su gusto?, ¿Se sentirán cómodos?), le damos vueltas y vueltas a lo que vamos a cocinar (¿La cena será suficientemente buena?), en definitiva, no nos sentimos suficientemente buenas y no valoramos lo que estamos ofreciendo a los demás.
¿Crees que eres una compañía agradable y suficiente?
Algunas personas no tienen problemas para quedar en grupo, pero en cambio les cuesta quedar a solas con alguien. Uno de los motivos puede ser que no se sientan una compañía suficientemente buena, interesante, apetecible… ¿qué le voy a decir? ¿se aburrirá conmigo?
A veces nos esforzamos por sacar conversación cuando no nos sale de manera natural. ¿Y si nos quedamos callados? Igual ya no quiere volver a quedar conmigo.
En el fondo lo que ocurre es más de lo mismo, no nos valoramos, no valoramos nuestra compañía ni lo que podemos aportar a otras personas.
¿Te sientes identificada con alguna de estas situaciones? ¿Te gustaría que te acompañara a revisarlas, comprender de dónde vienen y ayudarte a superarlas?
Escríbeme y hablamos!!
angeles.desarrollo.personal@gmail.com