Cuando no tenemos paz no estamos disponibles para nuestros hijos.
Ayer estaba con un tema en la cabeza. Un tema no resuelto que me estaba quitando la paz.
Como estaba yo sola con Julia, no tenía un momento para pararme y sentirme, para volverme hacía mí misma y observar qué era exactamente lo que me hacía sentir esa inquietud y esa angustia.
Porque eso es lo que he aprendido a hacer cuando siento inquietud o malestar. Pararme y observarme es lo que más me sirve.
Si intento distraerme de esta sensación, la niego o la evito, al final no me entero de mí, de lo que me pasa y de lo que necesito. No puedo ayudarme y dirigir mi vida hacia lo que me hace bien. Y los sentimientos son grandes aliados para esto. Así que hace tiempo que tomé la decisión de escucharlos, de escucharme.
En el momento que los escucho y entiendo qué me pasa y qué necesito, puedo ir a por ello, o el simple hecho de ver con claridad me vuelve a traer la paz. En cambio, si intento distraerme de lo que me pasa, juego a no enterarme, pero en el fondo ese malestar y esa inquietud siguen ahí de fondo durante mucho más tiempo.
El caso es que estando con Julia no tenía ese momento para escucharme y atenderme, e intentaba estar presente con ella a la vez lidiaba con mi malestar. Esto hacía que percibiera a mi hija como una molestia (¿te has parado a pensar cómo percibes a tus hijos en cada momento?), porque me impedía escucharme y atenderme, que es lo que estaba necesitando en ese momento.
Ni que deciros que este malestar no me permitía estar presente, pues cada dos por tres venían pensamientos a mi cabeza sobre el tema, con la intención de resolverlo. La realidad es que al final estaba dándole vueltas constantemente a este tema sin poder resolverlo ni atender a Julia con presencia real.
En cuanto pude, dejé a Julia bien acompañada y me dediqué a mí, me di el tiempo que necesitaba para volver a estar en paz conmigo misma.
Una vez que vuelvo a estar en paz, de nuevo estoy disponible emocionalmente para mi hija. Ya no me resulta una molestia y puedo disfrutar de su compañía.
¿Creéis que ella nota cuando estoy de una manera u otra con ella?