Ayer tenía un examen en Cartagena y tuve que coger el coche para ir a hacerlo. Mientras conducía me di cuenta de lo agradable que me resulta a ratos, cuando pongo conciencia, el estar conmigo misma. Por el camino canté, pensé en mis cosas, puse conciencia a mi cuerpo… Me sorprendí de disfrutar tanto de este rato. No tenía ganas de llegar!
Esto no siempre ha sido así. Incluso hubo épocas en las que me resultaba tremendamente desagradable ser yo. Me pasaba el día criticándome por todo. Casi cada cosa que decía estaba mal. Cada cosa que hacía también.
Lo peor de todo es que no me daba cuenta de cómo me hablaba ni como me trataba, tan integrado lo tenía en mi vida que no lo veía.
Me sentía mal casi todo el día y pensaba que era por mi forma de ser. He tenido mala suerte por ser así y a causa de esto mi vida es así de desagradable. Las demás personas son mas felices porque tienen otra forma de ser.
Hasta que un día conocí la TERAPIA… y vi lo que antes no veía. Y al verlo, cayó por su propio peso.
Esto no pasó de un día para otro. Ha sido un proceso, un camino en el que he ido dejando muchas cosas, quitándome mucho peso y aprendiendo a vivir de otra manera.
Ahora me cuido, me trato bien, disfruto de estar conmigo misma.
Y a ti… ¿te gustaría aprender a vivir de otra manera?