¿Sientes a menudo miedo a molestar?
Si sientes miedo a molestar, seguramente te va a costar pedir lo que necesitas, y te va a resultar más complicado satisfacer tus propias necesidades, pues no vas a contar en tu vida con el gran recurso que suponen los demás.
Si no puedes pedir, sólo puedes contar con tus propios recursos, y ¿sabes qué? A VECES NO PODEMOS SOLAS, a veces necesitamos a los demás, igual que los demás te necesitan a ti. Somos seres sociales y así estamos diseñadas.
Date cuenta de que eres tú quien se niega esta ayuda. Hay un NO interno, es decir, tú dices NO antes de que los demás te lo digan. El tema es que cuando pides ayuda fuera, unas veces es sí y otras veces es no, pero cuando eres tú quien te niegas esta ayuda, siempre es NO.
¿Para qué te haces esto? ¿Te has parado a pensarlo? Yo te invito a que reflexiones sobre el tema.
Puede que por miedo a molestar tampoco expreses tus emociones, o tus opiniones o tus pensamientos. No sea que el otro se incomode, o se sienta molesto de alguna manera. Porque el otro es grande y tú eres pequeña, porque el otro tiene derecho a EXISTIR mientras que tú sientes que tienes que pedir permiso para poder respirar… ¿no es así?
¿Cuándo te vas a sentir merecedora de tu propio espacio en el mundo? ¿Cuando merecedora de influir o afectar a los demás?
Nada de esto es real, nadie es mejor ni peor que nadie. Todas merecemos existir y vivir. Pero tú vives en tu imaginación, en tu propio mundo, y aquí las cosas son difíciles para ti, mucho más que en el mundo real.
¿Pero y si todo fuera un error de percepción? Algo que tú te has creído (o te han hecho creer) y lo sientes tan real que ni siquiera lo cuestionas.
Pues vamos a intentar cuestionarlo un poquito… Imagina ahora que todo esto no es real. Imagina quién serías tú sin estas sensaciones y sin estas creencias. ¿Cómo sería tu vida? ¿Cómo te relacionarías con los demás?
Escríbelo, haz una lista de todas esas cosas que serían diferentes y de cómo te sentirías tú con esta nueva vida. Conecta con la experiencia de sentirte de esta manera (lo puedes imaginar perfectamente), conecta con tu cuerpo y con cómo sientes físicamente estas emociones.
Y ahora que ya lo has vivido ¿crees ya que puedes hacerlo?